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martes, 6 de mayo de 2008

ESPAÑOLES LEOPOLDO CALVO-SOTELO HA MUERTO...........


Y con él se supone que muere el segundo padre de la democracia, claro que teniendo padres como éste prefiero ser huérfana y haberme criado en un orfanato con las monjitas, alé. Tres días de luto... y cuando se muera Adolfo Suárez (el pobre ganaría, lo digo por su precario estado de salud), qué??. Pues menuda fiesta nos montamos el sábado de luto riguroso, no fué a su salud, pero si me hubiera acordado brindo por su memoria, si señor... jaja, perdonad mi tono irónico, sarcástico e irritante...
El monárquico Calvo-Sotelo supongo que gracias a él seguimos en un régimen muy diferente al que se nos arrebató en el año 1936 cuando termino la guerra civil. Hoy he leido un artículo bastante curioso sobre que los españoles ya no queríamos una república puesto que vivíamos en un estado republicano, una monarquía que en comparación a otras europeas, como por ejemplo la británica, era menos protocolaria y mas discreta, y un jefe de estado elegido por el pueblo; todo ello llevaba al periodista a esa conclusión… el periódico era El Mundo. No habrá tenido mucho contacto con mi entorno. Mi objetivo aquí no es hablar del señor Sotelo también llamado El breve, quizás tuvo la mala suerte de sustituir a un presidente muy carismático. Pero como he dicho anteriormente no hablaré de él, no viví esa época como para hablar de ella desde la experiencia sino a través de la de otros y ya se sabe que la memoria es muy mala y recuerda aquello que quiere recordar; y que un mismo echo será contado de distinta manera en función del lado donde estabas situado. Por todo ello mi reflexión aquí viene por otro lado. Puesto que nuestros constitucionales van cayendo, y perdón por la expresión, o son ya muy mayores, no es tiempo de plantearse que nuestra constitución es anciana, y como esas viejitas encantadoras llenas de recuerdos y de épocas pasadas le cuesta entender está época, sus necesidades y preocupaciones, quedándose anticuada,obsoleta y llena de remiendos parecidos a marcapasos. Los ciudadanos y ciudadanas no pedimos un mayor involucramiento en la vida política, pero creo que vemos necesario que se cuente con nuestra opinión en muchas de las decisiones, por lo tanto no puede haber solamente una persona que convoque referéndum. Siempre habrá decisiones que nunca se cuestionarán, aunque luego nada se cambie porque la votación sea favorable a lo ya existente. Cuestiones como la monarquia parlamentaria, la herencia de la monarquía, leyes electorales deberían ser modificadas, cambiadas...

Soy muy consciente del hecho de que una constitución no se elabora de un día para otro, por ello hablo, porque sería bueno empezar a planteárselo, por el tiempo que tarda en elaborarse.

Cómo diría mi padre:"Seli, eres defensora de las causas perdidas". Alguna vez tendré que hacerle caso, pero no hoy, porque todavía me queda el espíritu. Como diría alguien y esta vez no es mi padre sino un amigo: "Todavía nos queda el espíritu titi, que nos hace ser interesantes". Dudo de si lo diría por esto?. Tú que opinas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Merece la pena mirar los artículos que dedicaron al tema diversas personalidades, en lo ideológico, en El País del domingo. Como en cualquier trayectoria o realización humana hay claroscuros, pero el contexto es importante; a este hombre, más o menos gris o breve en algunos aspectos, le tocó lidiar ya desde su propia elección con el intento de golpe de Estado y sus consecuencias -una intentona involucionista y, precisamente, un pulso a la Constitución, que fija los principios fundamentales de nuestra convivencia y en su mayor parte admite opciones de muy diverso abanico ideológico y de actuación desde las instituciones, siempre desde una posición instrumental de servicio y garantías a los ciudadanos que simplemente, antes, era negada y no existía, y he ahí las consecuencias pasadas-, además de con una situación económica difícil, unos niveles importantes de violencia terrorista y un ejército no del todo acostumbrado a la reciente normalización democrática, y hay cierta unanimidad en que afrontó la situación, el juicio de los golpistas y posteriores condenas, las dificultades que se encontró al llegar al gobierno y las relaciones y el propio traspaso de poderes con el PSOE lo mejor que pudo o supo, de manera discreta pero activa y dialogante -más en unos aspectos que en otros, eso sí-, contribuyendo a la normalización de la vida pública. Ciertamente había tenido medios en su carrera a los que el clasismo del régimen anterior no permitía acceder a mucha gente, pero no era un hombre del régimen stricto sensu, y los aprovechó para, pese a su imagen de hombre gris, ser un tipo cultivado, no exento de diálogo y con cierto sentido del humor, por lo que dicen, lo que me resultan virtudes de agradecer en sujetos del "centro-derecha" cuando especímenes que supuestamente deberían estar más evolucionados -se presume sólo por el paso del tiempo,pero sucede al contrario- se comportan como Trillo -con las perlas que hemos podido oir últimamente-, Astarloa, Aznar, Rajoy, los dimisionarios Acebes y Zaplana hasta ahora, y el largo elenco que ha sembrado de mala leche sin mayor fundamento que ocupar la poltrona la vida pública en los últimos años, salvando excepciones que no dudo las habrá; pero estos han sido los que han llevado la voz cantante hoy como a otros les tocó ayer. Y ya digo, diálogo, discreción y defensa de la democracia -imperfecta, seguro, pero garantista y garantizada- son activos a la hora de enjuiciar la labor de una persona pública, y creo que es justo indicarlo. Aunque seguro que los méritos, al igual que los deméritos, siempre son de muchos y muchas y tendemos a personalizarlos en los líderes porque nos aporta un criterio de simplificación útil a la hora de describir, pero no perdamos de vista que nuestras descripciones serán, como las trayectorias personales, las normas jurídicas como las constituciones, las realizaciones humanas,... imperfectas; ello no implica no definir lo que pensamos y sentimos, tomar partido y fijar criterio, admitir más o menos opiniones que podamos suscribir en todo o en parte, o a veces lo más costoso, admitir que pueda haber otras, y defender, incluso numantinamente, la que creemos. Pero anhelamos la seguridad y nos cuesta poner en cuarentena la propia posibilidad de imperfección de nuestros juicios y opiniones, empezando por éste.
En fin.......... bailemos el chiki chiki! (el que quiera)jaja.