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lunes, 25 de febrero de 2008

MIRADAS..

CASO I


Yo estaba sentada en una esquina de la barra, tú te encontrabas al otro lado.
Yo pedía un White Labell con sprite, tú bebías de la copa que te acababan de servir.
Yo levanté la vista y te hallé, tú bajastes la mirada y te dejastes encontrar.
Ambos nos miramos sensualmente.
El camarero llegó con el cambio y ahuyenté mi mirada tres segundos y nunca más volví a encontrar la tuya...


CASO II

Me encontraba en el tren de cercanías, con origen Elx parç y destino Murcia. Mis enormes gafas cubrían mis ojos por completo y parte de mi cara. El revisor se acercaba lentamente pidiendo el billete al resto de pasajeros, ninguno de ellos se molestaba en levantar la mirada del asiento de delante. Yo saqué del monedero mi billete. El revisor se puso a mi lado:


-Buenos días! -me dijo el revisor-.


Yo desenfundé mis ojos de la funda de Inditex en la que se encontraban, acompañé mi mirada de una dulce sonrisa y le devolví el saludo. Sus ojos se empequeñecieron y la comisura de sus labios dibujaron una amplia sonrisa. Ambos nos miramos agradecidamente. Me picó el billete y se fué...



CASO III

Sentada en la mesa de la cafetería, leía el periódico de costumbre. Ojeaba las página sin prestarle demasiada atención a ninguna de las noticias. Hasta que me detení a leer con atención una de ellas. En ese momento un estruendo interrumpe mi lectura, levanto la mirada rapidamente. El suelo está lleno de cristales, miro a la camarera, pero ella no levanta la cabeza de los cristales rotos del suelo, pero sus pupilas delatan pequeñas miradas vergonzosas...



CASO IV

Camino deprisa por la calle, llego tarde a la función de las nueve, "Despertares y celebraciones" en la Casa de la cultura. Saco un cigarrillo del bolso y al girar la esquina de la calle el Rabal a la altura del ayuntmiento, me tropiezo con una mujer que a su vez saca otro cigarrillo del bolso. Mutuamente nos pedimos perdón sin mover nuestra mirada del fondo del bolso en busca de un encendedor que encienda el cigarro que ambas acabamos de extraer. Continúo mi camino...



CASO V

Subida en un escenario, observo las butacas del teatro. Siempre me alucinó un teatro vacío. Las paredes recitan los versos de Calderón, hablan del agua que fluye en Lorca y las palabras sin sentido de Ionesco. El espíritu del teatro se respira después de la función, cuando miras con atención...



CASO VI

Entro en Bancaja a cobrar un talón por un trabajo que realizé el miércoles. Delante mío se encuentra una mujer con un niño pequeño. El niño se acerca tranquilamente a la planta que se encuentra a la derecha de la fila de espera y toca las hojas de ésta. La madre le riñe y el niño comienza a llorar desconsoladamente y me mira y yo le miro a él...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola preciosa...!!!hace mucho tiempo que no tenía tiempo para pasarme por aquí con lo que me gusta a mi leer las cositas que escribes, que siempre llenan tanto...


Nada he leido de tantos temas diferentes que imposible centrarse en uno...
Aunque creo que lo que más me ha gustado ha sido lo del teatro vacío (quizás porque al ser lo último que he leido me ha calado más o algo) precioso!!!;)

y nada linda....a comerte el mundo eh?



me encanta tanto tu pelo!!!!tan guapa como siempre jejejeje

Anónimo dijo...

MIRADASSSSSSSSSSSSSS